Muchos creen tomar poca azúcar porque solo se echan “una cucharadita” con el café pero la realidad es que en las últimas décadas el consumo de azúcar se ha disparado alarmantemente y con ella numerosas enfermedades de la civilización.
Más allá del azucarero, el azúcar está presente en casi todos los productos envasados y un simple refresco o alimentos considerados sanos -pero que no lo son¡¡- pueden contener mucho más de lo que creemos. En este link pueden ver la cantidad de azucar en muchos de los productos que usualmente consumimos: Pulse aquí.
La Asociación Americana del Corazón, y casi todos los organismos de salud, recomiendan un máximo de 9.5 cucharaditas de azúcar por día, pero se consume más del doble: 22 cuchararadas al día en adultos y 32 los niños. El hombre primitivo tomaba unos 2 kg anuales de azúcar (en forma de miel principalmente) frente a los 70 kg/persona/año en la actualidad (esta cifra varía según las fuentes pero en todos los casos es altísima).
¿Y cuál es el precio de tal malhábito?
El azúcar está detrás de la epidemia de diabetes, obesidad y cáncer y también se relaciona con hipertensión, hipoglucemia, alergias, insomnio, enfermedades cradiovasculares y mucho más.
En su libro-investigación “Mis recetas anticáncer“, la Dra Odile Fernández asegura que “el azúcar es el alimento del cáncer ” porque al ingerirlo se elevan los niveles de azúcar en sangre, de insulina posteriormente y de Factor de crecimiento IFG-1 que estimula el crecimiento y proliferación celular”.
¿Merece la pena acidificar el organismo, descalcificarnos, no aportar ningún nutriente, aumentar el riesgo de casi todas las enfermedades por “endulzarnos la vida” habiendo alternativas sanas?.