La salud ambiental no solo está en manos del Gobierno
Relacionar el asma o la bronquitis con enfermedades que le competen a la salud ambiental es usual, pero pocos saben que el chikunguña o el dengue están directamente relacionados con el deterioro del medio ambiente y el cambio climático. A propósito del Día Mundial del Medio ambiente, que se celebró el 5 de junio y fue establecido por la Asamblea General de Naciones Unidas, una mirada a los principales indicadores relacionados con la salud ambiental.
El incremento en las cifras de las enfermedades causadas por los diferentes agentes que se encuentran en el medio ambiente hizo que la salud ambiental figure en la agenda pública global. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha logrado establecer una conexión directa entre los cambios ambientales que surgen del calentamiento global y las grandes amenazas a la salud.
Los datos que publicó en marzo de 2014 muestran una relación más estrecha entre la contaminación atmosférica en general y la del aire de ambientes interiores con el cáncer y las enfermedades cardiovasculares, como son los accidentes cerebrovasculares o las cardiopatías isquémicas. También figuran en el informe aquellas de las que ya se tenía un conocimiento más claro, como las infecciones respiratorias agudas y las neumopatías obstructivas crónicas.
Pero la salud ambiental no se queda solo en la contaminación y sus componentes químicos, físicos o biológicos, también incluye otros factores que afectan los ecosistemas como el cambio climático o la pérdida de la biodiversidad y la deforestación, que influyen directamente en la calidad de vida individual, familiar o colectiva.
Colombia ha empezado a trabajar en el tema. El Plan Decenal de Salud Pública 2012-2021 tiene a la salud ambiental como una de sus ocho dimensiones prioritarias. El objetivo trazado, de acuerdo con el documento, es el de «garantizar un medio ambiente sano a las generaciones actuales y futuras, a través de la transformación positiva de los determinantes sociales en salud».
La Salud Ambiental también fue incluida en el recientemente aprobado Plan de Desarrollo Nacional. La meta para 2018 es haber mejorado la salud ambiental para así disminuir del 2% a 1,7% los costos en la salud asociados a la contaminación del aire y los sistemas inadecuados de agua, saneamiento e higiene como porcentaje del PIB.
Lo que trae el agua
El Informe de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el Mundo 2015 afirma que en el planeta existen 748 millones de personas privadas de acceso a fuentes de agua preservadas de la contaminación. En Colombia, de acuerdo con datos del DANE, un 87,4 por ciento de la población tiene cobertura de acueducto y un 75,3 por ciento, de alcantarillado.
Pero el problema no está solo en la cobertura, también está en la calidad. «La gente se guía mucho por el color, pero el agua transparente no es necesariamente la mejor», afirma Héctor Rueda, Ingeniero ambiental y profesional en proyectos en salud pública de la Fundación Santa Fe de Bogotá.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud (INS), 2013, el 43,6 por ciento de los colombianos usa agua baja en tratamiento o protección y el 23,3 por ciento, cruda o tomada directamente de las fuentes. Las enfermedades más comunes por esta causa son hepatitis A, fiebre tifoidea/paratifoidea y enfermedad diarreica aguda; esta última causó la muerte a 117 niños menores de 5 años en 2013.
Si bien el no tener acceso al agua potable contribuye al surgimiento de estas enfermedades, los malos hábitos y el desconocimiento de la comunidad también. «En la medida en que no hay acueducto y alcantarillado las comunidades toman el agua de las fuentes a su disposición, generalmente por su calidad y cercanía. Existen formas artesanales para tratar el agua, algunos usan filtros y otros dejan que el sedimento quede en el fondo, luego decantan y finalmente filtran con algún tipo de tela. Sin embargo, la clave está en hervir el agua. Es la mejor manera de ‘curarse en salud’ y a muchos les da pereza», explica Rueda.
Y es que muchas veces a pesar del filtro o de tener un acueducto ‘hecho en casa’, que consta de un tanque y mangueras que distribuyen el agua a las diferentes viviendas, no se tiene cuidado en el aseo de este. «Lo más importante es hervir el agua. La salmonela, por ejemplo, vive en el agua mal tratada y además, si no se consume a tiempo, puede convertirse en un agente contaminante para la familia», asegura el médico pediatra, Jorge Enrique Uribe, quien además advierte que una persona que presenta una diarrea fuerte no debe pasar más de 24 horas sin consultar a un médico.
El lavado de manos es otra cosa simple que puede evitar males mayores. «Recorrí once departamentos enseñando a lavarse las manos. Los colombianos no saben cómo hacerlo», cuenta Rueda. Lavarse las manos de manera correcta debe tomar entre 25 y 30 segundos y el jabón se debe extender a lo largo de la palma, el dorso, los dedos y las uñas.
La disposición de los residuos sólidos es otro factor al alcance de las comunidades. De nada vale tener un entorno limpio, hervir el agua y manipular correctamente los alimentos, si fuera de la casa hay basura y moscas que al entrar contaminan el agua y la comida.
Factores culturales también entran en la problemática. Por ejemplo, en La Guajira, a pesar de haber algunas plantas solares de tratamiento de agua, las comunidades indígenas prefieren seguir consumiendo de los jagüeyes, unos depósitos superficiales de agua. «(Lo hacen) por su tradición ancestral de ver su reflejo», cuenta el experto en salud pública.
Es difícil escoger el aire que se respira
De acuerdo con cifras de la OMS, la emisión de dióxido de carbono y otros contaminantes causan cerca de siete millones de muertes prematuras en el mundo cada año. El informe del Estado de la Calidad de Aire en Colombia 2007-2010 registra que han aumentado las muertes prematuras causadas por asma, bronquitis (aguda o crónica), enfisema, neumonía y, especialmente en los adultos mayores, la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (Epoc).
De acuerdo con la Asociación Colombiana de Neumología y Cirugía de Torax (Asoneumocito), «los niños y los ancianos son los más vulnerables a estos factores atmosféricos. Por una parte, por el tamaño de la vía aérea y porque los mecanismos de defensa no tienen la madurez suficiente». Es por esto que las enfermedades respiratorias agudas constituyen la primera causa de consulta ambulatoria de urgencias en el país y ocasiona entre el 50 y el 80 por ciento de las hospitalizaciones. El asma, por ejemplo, ocupa el primer lugar entre los trastornos crónicos de la infancia, aparte de ser la primera causa de ausentismo escolar.
«Evitar el cigarrillo o cocinar con suficiente ventilación es una de las cosas que puede hacer la gente en lo que se refiere al aire que se respira», aconseja Uribe. Y es que en general se piensa en la contaminación de las grandes fábricas, pero no en la del interior de los hogares. El informe Estado de la Calidad de Aire en Colombia da cuenta de que de 6.000 muertes por causa de la contaminación del aire ambiente, unas 1.100 muertes prematuras se encuentran relacionadas con la exposición a la contaminación, resultado de la utilización de leña, carbón y otros combustibles sólidos para cocinar.
Lo mosquitos se fortalecen con el cambio climático
A finales de 2014, la ONU lanzó una alerta: las enfermedades infecciosas como la malaria, el chikunguña e incluso el ébola se están propagando en los últimos años por cuenta, en entre otros factores, del cambio climático,que debe ser entendido como unaamenaza a la seguridad sanitaria.
La razón es que el aumento de la temperatura, por efectos del calentamiento global, ha permitido que el mosquito trasmisor del dengue, la malaria y el chikungunya llegue a más regiones, pues vive en áreas templadas, como lo son hoy zonas que antes no lo eran, pero además el insecto se está adaptando a otras alturas.
«El 90 por ciento del territorio colombiano está por debajo de los 2.000 metros y ya el mosquito vive a esas alturas. El anopheles se ha reportado hasta los 1.800 metros y el aedes hasta los 2.000 metros y si continúa el cambio climático, en 50 años tendremos transmisión de dengue en Bogotá», explica Gabriel Carrasquilla, investigador asociado al Centro de Estudios e Investigación en Salud (CEIS) de la Fundación Santa Fe de Bogotá.
Los lavaderos o albercas que se encuentran en las viviendas de las zonas urbanas se convierten en un riesgo, pues allí se establecen los criaderos de los mosquitos vectores y es el sitio ideal para su reproducción. Por ello, las campañas contra el chikunguña llaman a eliminar las aguas estancadas, utilizar toldillos, usar repelente con frecuencia, ponerse ropa que cubra el cuerpo y fumigar.
Para tener en cuenta
Frente al uso del agua, el Ministerio de Salud recomienda tener las siguientes precauciones:
• Lávese bien las manos con abundante agua y jabón, antes de comer y preparar alimentos, después de ir al baño, cambiar un pañal o si ha estado en contacto con heces o vómito de una persona enferma o que se sospecha que lo está.
• Consuma agua potable, hervida, purificada o tratada con cloro.
• No almacene agua potable en recipientes sucios, contaminados o cualquier otro elemento que la pueda contaminar.
• Lave los tanques de almacenamiento de su vivienda por lo menos 2 veces al año.
• Consuma alimentos bien cocidos y de reciente preparación. Prepare bien el pescado y los mariscos ya que son una de las principales fuentes de contagio.
• Lave vegetales, hortalizas y frutas con agua limpia y tratada antes de consumirlos.
• Mantenga los alimentos bien tapados y no mezcle alimentos crudos con alimentos preparados.
• Lave y desinfecte los utensilios de cocina usados por una persona enferma o que se sospeche que lo está.
Cifras
Datos 2012 – Publicados por la OMS en marzo de 2014
Muertes debidas a la contaminación atmosférica – desglose por enfermedad:
40% – cardiopatía isquémica;
40% – accidente cerebrovascular;
11% – neumopatía obstructiva crónica;
6% – cáncer de pulmón;
3% – infección aguda de las vías respiratorias inferiores en los niños.
Fuente: www.asivamosensalud.org