Un niño es curioso por naturaleza, en cada etapa de su crecimiento y desarrollo es natural que quiera meterse todo a la boca, experimentar espacios, querer examinar y desplazarse por cualquier lugar. A propósito de las muertes de niños que se han dado en estos días en la ciudad por hechos accidentales, el pediatra puericultor y especialista en epidemiología Humberto Ramírez Gómez y la pediatra del Hospital San Vicente Fundación María Lucía Cock hacen algunas recomendaciones para evitar riesgos que terminen de manera trágica.
Los dos coinciden en que desde que nacen y hasta los 6 años, la llamada primera infancia, se les debe prestar más atención para prevenir cualquier lesión física no intencional, como prefiere mencionarlo el doctor Ramírez Gómez, “las lesiones físicas no intencionales tienen su estructura causal y no son casuales, se pueden prever con anticipación cuáles son los riesgos”, dice.
Lo principal es que la familia entienda que una casa debe cambiar cuando llegan los pequeños y adaptarse a ellos.
Recién nacidos
Tienen un gran riesgo de asfixia especialmente al dormir. La idea es que duerman lo más ligeros posibles, “con las almohadas y las cobijas se corre el riesgo de que se lo lleven a la cara y se ahoguen. No es recomendable que duerman con los adultos porque estos fácilmente se voltean y pueden asfixiar al niño”.
Los pediatras recomiendan que duerman boca arriba. El mito de que se pueden ahogar estando así está revaluado. “Hoy se recomienda que el niño duerma de esta manera porque así disminuye la incidencia de muerte súbita de lactante. Pueden dormir también de lado, pero con cuidado de que no terminen boca abajo que es donde más fácil pueden asfixiarse”.
Si los pequeños tienen cunas en casa hay que tener en cuenta el espacio de las barandas. “Este no debe ser mayor de 10 centímetros para que no les quepa la cabeza, intenten salir y queden atrapados allí”.
Algo muy común en los primeros meses de vida es que los bebés se quieren meter todo a la boca, así que “no se deben dejar medicamentos, pastillas, cualquier objeto que se puedan tragar”.
Para evitar caídas de las camas hay que estar pendientes de ellos. “Idealmente que alguna persona esté al lado de ellos, dejarlo boca arriba y con bastante protección a los lados para que si se voltea solo no se caiga, algo muy importante es no dejarlo en los muebles”.
Gateadores
Los pediatras recomiendan no dejarles bolsas, cajas u objetos cerrados que se puedan meter a la cabeza y luego no sean capaces de quitárselos, “tampoco hay que tener en la cuna peluches o cobijas que no puedan retirarse por sí mismos”.
Un bebé que empieza a gatear quiere explorar todos los espacios de la casa, hay que protegerlo de caídas por escaleras. Si vive en una casa con las mismas debe evitar el acceso del niño a estas.
“No recomendamos el uso de los caminadores, además de que hay riesgos de caídas está comprobado que hay un retraso motriz, se demoran más para caminar”.
Al niño que empieza a gatear se le deben tapar los enchufes, evitar que haya cables expuestos que puedan halar, cubrir las materas y las esquinas. Evitar que pasen por superficies mojadas y no tener objetos en el piso que puedan tropezar.
Empezar a caminar
Hay que prestar atención al niño en esta etapa porque quiere caminar por todas partes. Tener en cuenta la protección a la hora de andar por las escalas y una prohibición especial en la cocina.
“El niño no debe estar en la cocina en esta primera infancia, es una norma que debería existir en las casas. Los accidentes más comunes son las quemaduras con líquidos calientes”.
No se deben dejar veladoras prendidas. Las ventanas no pueden estar al lado de la cama, ni cercanas a muebles o sillas o algo que le permitan al niño encaramarse. Si no hay opción entonces se deben poner mallas en las ventanas para evitar caídas.
Los balcones deben tener las rejas con las mismas indicaciones que con la cama, las barandas no deben tener espacios más anchos de 10 centímetros. Hay que tener mucho cuidado con esos espacios que se construyen en dichos balcones y que permitirían que el bebé quepa, tratar de sellar todo.
“Si se está en la calle hay que llevar al niño siempre de la mano, cuando va a pasar la calle, hacerlo por las zonas indicadas, esperar los cambios del semáforo, tenga en cuenta que el niño no corre a la par del adulto”.
A la hora de usar juegos públicos tener presentes las edades recomendadas. “No todos los juegos son para todos los niños, se dan muchas caídas y accidentes en estos lugares”.