El cáncer de cuello uterino es causado por el virus del papiloma humano o VPH y se contagia por contacto sexual. El cuerpo de la mujer puede ser capaz de combatir la infección, sin embargo, el virus conduce algunas veces a la generación de un cáncer. Las mujeres con mayor riesgo de padecerlo, son aquellas que fuman con frecuencia, han tenido muchos hijos, han utilizado pastillas anticonceptivas por mucho tiempo o tienen una infección por VIH-Sida.
¿Cómo detectarlo?
Es posible que el cáncer de cuello uterino no cause síntomas en un comienzo, pero más adelante puede haber dolor en la pelvis o sangrado vaginal, proceso que suele tardar varios años hasta que las células normales del cuello uterino se conviertan en células cancerosas. Por lo general, el médico puede encontrar células anormales en el cuello uterino haciendo una citología o un examen de VPH y solicitar una biopsia u otros exámenes que permitan dar un adecuado diagnóstico y el debido control dependiendo el caso.
El tratamiento
Es necesario que la mujer asista con regularidad a su ginecólogo de confianza para detectar a tiempo cualquier afectación ya que dar un debido tratamiento a este cáncer depende del tiempo en que sea descubierto. Algunas de las formas para darle el debido control pueden incluir cirugía, terapia de radiación y quimioterapia, sin embargo, el tratamiento dependerá del tamaño del tumor, si el cáncer se ha propagado o si existe la posibilidad de estar en embarazo.
El cáncer empieza en las células como las unidades básicas que constituyen los tejidos que forman el cérvix y otros órganos del cuerpo. Las células normales crecen y se dividen para formar nuevas células a medida que el cuerpo las necesita. Cuando las células normales envejecen o se dañan, mueren; y células nuevas las reemplazan. Algunas veces, este proceso se descontrola y se forman cuando el cuerpo no las necesita, por lo que de esta acumulación de células resulta la formación de una masa de tejido que se llama tumor. Los tumores en el cérvix pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos). El cáncer de cérvix empieza en las células de la superficie del cérvix o cuello uterino. Con el tiempo, el cáncer cervical puede invadir más profundamente dentro del cérvix y los tejidos cercanos.
Algunas causas
Los médicos generalmente no pueden explicar por qué el cáncer de cérvix se presenta en una mujer, pero no en otra. Sin embargo, los estudios han encontrado que la infección por los virus del papiloma humano o VPH, es la causa de casi todos los cánceres cervicales. Otros factores de riesgo, tales como el tabaquismo y los anticonceptivos, pueden aumentar las posibilidades de padecer de cáncer de cérvix.
Diagnóstico a tiempo
Si los cambios anormales en las células cervicales se detectan temprano, se puede prevenir el cáncer al extraer o destruir esas células alteradas antes de que puedan convertirse en células cancerosas. Otra forma en que las mujeres pueden reducir su riesgo de padecer cáncer cervical es en la aplicación de la vacuna contra los VPH, de los 9 a los 26 años de edad, antes de tener relaciones sexuales.
“La infección por el VPH es la infección de transmisión sexual más frecuente. Su prevalencia varía en función de la edad y de otras circunstancias epidemiológicas, como el momento en el que comienza una persona a mantener relaciones sexuales, el número de compañeros sexuales o la existencia de coinfección por otros patógenos, entre otros motivos”, comentó Jackie Calleja, ginecólogo obstetra.
Un problema en aumento
El VPH afecta al 15 o 20 por ciento de las mujeres entre los 40-55 años, en especial aquellas que mantienen una vida sexual activa, donde pueda producirse la reactivación infecciones previas. En los últimos años, el número de afectadas ha aumentado considerablemente, por lo que requiere de vital atención no solo de la mujer, sino además de su compañero sexual.
¿Qué consecuencias tiene el VPH para la salud?
Éste se encuentra implicado en lesiones premalignas en el cuello del útero, vagina, vulva y ano. Son las llamadas displasias y se diagnostican mediante una biopsia y, aunque no son un cáncer, requieren un seguimiento y en ocasiones un tratamiento de extirpación del área donde se localiza la lesión con el fin de evitar la progresión a un cáncer.
En el caso del cuello del útero se realiza la conización, que consiste en una biopsia ampliada y en forma de cono de la zona del cuello del útero donde se encuentra alojada la lesión. Cuando estas lesiones premalignas no se diagnostican a tiempo y se dejan evolucionar sin seguimiento ni tratamiento, puede aparecer el cáncer.
En la actualidad existen más de 150 tipos de virus del papiloma humano o VPH. Sin embargo, sólo 20 provocan enfermedades en el ser humano, especialmente en al área genital. Las infecciones pueden provocar daños benignos, como verrugas o condilomas acuminados, además de lesiones precancerosas y cánceres de cuello de útero, vagina, vulva y pene. El VPH también está vinculado a otros cánceres tales como el de ano, cabeza y cuello.
¿Cuáles son sus síntomas?
La infección por VPH no produce síntomas, aunque puede haber sangrado excesivo en tiempos fuera de la menstruación, o aparecer verrugas virales/condilomas en el caso de cáncer de cuello evolucionado. De ahí la importancia de la prevención primaria (vacunación) y en la transmisión del virus.
¿Cómo se transmite?
Es una infección de transmisión sexual, que se esparce en el contacto entre mucosas con el virus.
Los centros de control y prevención de enfermedades (CDC) calculan que más del 90% de las infecciones por el VPH desaparece del cuerpo en dos años, por lo que sin el debido cuidado este puede reaparecer en la mujer o en el hombre. Sin embargo, no se sabe con seguridad si realmente el cuerpo elimina todo el virus o, como parece que sucede al menos en algunas mujeres, el virus simplemente se reduce hasta unos niveles indetectables.
¿Los hombres también lo pueden tener?
Los hombres contraen el VPH de la misma forma que las mujeres, y al igual que ellas los hombres no suelen presentar síntomas inmediatos, sino detectados en el pasar de los años, a no ser que el VPH comience a provocar cambios anormales en las células de la piel. Sin embargo, aunque se ha relacionado con la infección de ano y pene, estos tipos de cáncer se dan muy poco en los hombres. Para evitar su contagio es necesario el uso de condón.
Camila Bohórquez.
Fuente: hsbnoticias.com