Falsas alarmas de terremoto pueden causar más emergencias.

Un temblor de 5,4 grados en la escala de Richter (con una réplica de 5 grados) sacudió al departamento del Huila en la noche del domingo pasado. El sismo, que también se sintió en Bogotá y Medellín, dejó 20 viviendas afectadas en el municipio de Colombia (Huila). La catedral del pueblo amaneció con grietas en la cúpula. Por fortuna, las autoridades no reportaron víctimas mortales.

Además de las afectaciones en el departamento del Huila (incluyendo el derrumbe que se presentó en la vía Neiva-Colombia), a las autoridades les llamó la atención un evento en Bogotá: varias familias pasaron la noche en las calles por una alerta falsa de terremoto.

El mensaje, que fue enviado a cientos de colombianos por Whastapp, decía que “en las próximas horas podría ocurrir un temblor ocasionado en las costas peruanas y ecuatorianas con una magnitud de 8,6 grados”. Por esta razón, algunas familias salieron a las calles. Lo mismo sucedió en el municipio de Colombia, donde, según la alcaldesa Aleyda Guzmán, el mensaje causó pánico.

¿Predecibles?

Si bien es cierto que el 87 % de la población colombiana se encuentra bajo un nivel de riesgo medio-alto frente a un sismo (de acuerdo con la Asociación Colombiana de Ingeniería Sísmica), un terremoto no es predecible, tampoco su magnitud ni su ubicación.

Así lo asegura la profesora Natalia Pardo, del departamento de Geociencias de la Universidad de los Andes: “Es imposible que una fuente oficial, como el Servicio Geológico Colombiano (SGC), envié un mensaje prediciendo un sismo en un lugar específico y con una magnitud determinada. Tampoco se puede predecir el lugar dónde va a ocurrir una réplica. Estos mensajes lo que generan es pánico en las personas, que es lo peor que puede suceder en un caso de emergencia”.

Con los mensajes también revivió el rumor de un supuesto terremoto en Bogotá, teniendo en cuenta el que ocurrió el 12 de julio de 1785. Al respecto, la profesora Pardo explica que “es cierto que Bogotá está afectada por la falla de Ibagué, que puede enviar ondas con fuerza hacia la ciudad. Pero es justamente las características de estas ondas las que tienen en cuenta los ingenieros a la hora de construir un edificio de acuerdo con las normas de sismorresistencia”.

En diálogo con EL COLOMBIANO, el director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastre, Carlos Iván Márquez, dijo que “se debe dejar en claro que la única entidad que puede enviar información sobre este tipo de sismos es el Servicio Geológico. Es cierto que el país tiene zonas de amenaza sísmica alta, como el Eje Cafetero, Bogotá y una parte del Caribe. El SGC se encarga de aplicar las normas de sismorresistencia en estas zonas”.

Márquez reiteró que para despejar cualquier duda los ciudadanos pueden llamar a la línea nacional de emergencias: 123. “En lugar de entrar en pánico, recomendamos entrar en la cultura de la prevención, hacer caso a los simulacros, verificando que la vivienda no esté ubicada en zona de alto riesgo, teniendo a la mano equipos básicos, como pito y linterna”.

En Antioquia, de acuerdo con el Departamento Administrativo del Sistema de Prevención, Atención y Recuperación de Desastres, las zonas que presentan más riesgos son Urabá y el Suroeste, donde se deben realizar más actividades de prevención.

Fuente: www.elcolombiano.com