En exceso, los energizantes y los suplementos proteínicos alteran estos órganos. Los jóvenes son los más afectados.
Hay quienes están de acuerdo, otros son contradictores severos del consumo de este tipo de sustancias. Sin embargo, este no es un asunto de gustos o disgustos, es más bien de orientación médica oportuna y de evitar los excesos.
Alcanzar masa muscular de forma rápida o simplemente conservar altos niveles de energía para soportar las exigencias diarias son las razones que llevan a muchos, sobre todo a jóvenes, a consumir bebidas energizantes y suplementos proteínicos.
Para el deportólogo Jorge Iván Palacio Uribe, la cultura fit en Medellín está haciendo que hoy los jóvenes ganen masa muscular a cualquier costo. «Están generando una sobrecarga de proteínas que hace que terminen en daños renales, alteraciones en la presión arterial y aumento exagerado del metabolismo».
Falta información
Y es que detrás de los suplementos de proteína parece haber información escondida, pues la mayoría de las veces las etiquetas no indican a ciencia cierta todos los ingredientes que contienen.
El internista Jorge Mario Villa, advierte que estos productos contienen esteroides que producen entre otras cosas, aumento de peso, dilatación cardiaca, estrías, cataratas, úlceras gástricas, insuficiencia renal y osteoporosis, en aquellas mujeres con menopausia.
«Los excesos de suplementos de proteína pueden producir intoxicaciones vitamínicas, pues se aumenta el nitrógeno en la sangre, que de hecho no está en ninguna de las vías metabólicas corporales, el cuerpo no necesita nitrógeno para nada, entonces lo eliminamos por la orina y la materia fecal. En ese proceso es donde se puede producir daño de la función renal», señala Villa.
Bajo orientación médica
Algunos expertos coinciden en afirmar que consumir proteína adicional a la dieta diaria no es una necesidad, a excepción de los deportistas de alto rendimiento cuyos requerimientos son distintos a los de otro deportista.
Andrés Felipe Zapata Muriel, nutricionista dietista con énfasis en nutrición deportiva, alto rendimiento y fitness, indica que siempre y cuando no exista un daño renal, las personas pueden complementar la dieta con suplementos de proteína, «solo bajo la prescripción del nutricionista. Lo más importante es establecer el requerimiento de cada persona de manera que el riñón no se dañe y a la vez, se forme músculo. Lo más importante no es fijarse en la indicación del empaque sino en la del dietista».
Máximo dos gramos de proteína por kilogramo de peso al día es la medida que sugiere Zapata Muriel para consumir los suplementos de proteína. «La FAO -Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura- recomienda en guías antiguas que se consuma de 1 a 1,2 gramos de proteína por kilo de peso, pero en deporte los requerimientos pueden aumentar de 1,5 a 2 gramos, dependiendo del deporte».
Energizantes sin energías
Hechas a base de cafeína y otro tipo de sustancias, estas bebidas son estimulantes cerebrales que engañan al cerebro y activan la producción de neurotransmisores.
Hay que indicar que el consumo moderado de cafeína no es cosa nociva, dado que por sí sola estimula el pensamiento, la memoria, el ánimo, actúa sobre el apetito sexual estimula la libido y disminuye la posibilidad de impotencia masculina. El problema aparece cuando hay excesos y precisamente, en las bebidas energizantes, la cantidad de cafeína es más concentrada que en otros líquidos.
«El consumo alto de cafeína puede producir insomnio, ansiedad, nerviosismo, estados de taquicardia, arritmia, dependencia y afectar el estómago», advierte el neurólogo Luis Alfredo Villa.
Enredan la función cerebral
Los energizantes pueden generar placer, insomnio y la sensación subjetiva de estar sobrio, así como la reducción en la coordinación motora y la reacción a los estímulos.
Según Jorge Enrique Velásquez Vélez, cardiólogo electrofisiólogo, estudios en pacientes jóvenes revelan que las bebidas energizantes inhiben la presión cardiaca y modifican la irrigación sanguínea cerebral. «De manera ocasional, una sola lata puede aumentar en una persona la presión de manera transitoria. Una sola lata logra aumentar la presión sistólica, diastólica y la frecuencia cardiaca».
Al respecto, el toxicólogo Hugo Gallego, asegura que este tipo de bebidas han invadido el mercado con nombres que exaltan la energía, el vigor y la fuerza y son consumidas por personas buscando un efecto que les permita conciliar las responsabilidades cotidianas de estudiar, trabajar y las exigencias de su vida personal con la diversión. «La posibilidad de venta libre y el consumo en diferentes contextos, se sostiene gracias a la promesa de variados efectos positivos. Es así como su mayor consumo es en situaciones de diversión y lo que se busca al ingerirlas es lograr la resistencia para disfrutar toda la noche y además, mejorar el sabor de las bebidas alcohólicas, sin experimentar los efectos depresores de estas: sueño, cansancio, embriaguez».
Y es que aquí surge un nuevo inconveniente por el abuso de estos líquidos, su mezcla con bebidas alcohólicas o alucinógenos, un coctel mortal que genera una falsa sensación de seguridad y capacidad.
«La mezcla de bebidas energizantes y alcohol ha sido reconocida como un problema de salud pública, en noviembre de 2010 la FDA – Agencia de Alimentos y Medicamentos de E.U.- declaró la cafeína como insegura y adictiva, y prohibió la venta de bebidas alcohólicas premezcladas con bebidas energizantes», advierte el toxicólogo.
Un error más que cometen muchos de los seguidores de este tipo de bebidas es consumirlas como hidratantes después del ejercicio y peor aún, en las noches cuando antes que relajarse lo único que logran es activar el cuerpo y tener problemas para conciliar el sueño.
Así las cosas, consumir este tipo de sustancias bien sea para mejorar la apariencia corporal o simplemente para tener más energías no son productos necesarios para el cuerpo, una buena alimentación y apropiado descanso son las mejores y proteínas y energizantes de un cuerpo saludable.
CLAVES
EFECTOS CON LA ALIMENTACIÓN
1. La proteínas se encuentra en carnes rojas, blancas, atún, huevos, lácteos y algunos vegetales, lentejas y fríjoles.
2. El consumo de proteína es ideal luego del ejercicio para recuperar las fibras musculares.
3. Para tener suficiente energía el buen dormir, la actividad física y las dosis bajas de café son útiles.
Riñones y corazón, damnificados por la moda del fitness
En exceso, los energizantes y los suplementos proteínicos alteran estos órganos. Los jóvenes son los más afectados.
Hay quienes están de acuerdo, otros son contradictores severos del consumo de este tipo de sustancias. Sin embargo, este no es un asunto de gustos o disgustos, es más bien de orientación médica oportuna y de evitar los excesos.
Alcanzar masa muscular de forma rápida o simplemente conservar altos niveles de energía para soportar las exigencias diarias son las razones que llevan a muchos, sobre todo a jóvenes, a consumir bebidas energizantes y suplementos proteínicos.
Para el deportólogo Jorge Iván Palacio Uribe, la cultura fit en Medellín está haciendo que hoy los jóvenes ganen masa muscular a cualquier costo. «Están generando una sobrecarga de proteínas que hace que terminen en daños renales, alteraciones en la presión arterial y aumento exagerado del metabolismo».
Falta información
Y es que detrás de los suplementos de proteína parece haber información escondida, pues la mayoría de las veces las etiquetas no indican a ciencia cierta todos los ingredientes que contienen.
El internista Jorge Mario Villa, advierte que estos productos contienen esteroides que producen entre otras cosas, aumento de peso, dilatación cardiaca, estrías, cataratas, úlceras gástricas, insuficiencia renal y osteoporosis, en aquellas mujeres con menopausia.
«Los excesos de suplementos de proteína pueden producir intoxicaciones vitamínicas, pues se aumenta el nitrógeno en la sangre, que de hecho no está en ninguna de las vías metabólicas corporales, el cuerpo no necesita nitrógeno para nada, entonces lo eliminamos por la orina y la materia fecal. En ese proceso es donde se puede producir daño de la función renal», señala Villa.
Bajo orientación médica
Algunos expertos coinciden en afirmar que consumir proteína adicional a la dieta diaria no es una necesidad, a excepción de los deportistas de alto rendimiento cuyos requerimientos son distintos a los de otro deportista.
Andrés Felipe Zapata Muriel, nutricionista dietista con énfasis en nutrición deportiva, alto rendimiento y fitness, indica que siempre y cuando no exista un daño renal, las personas pueden complementar la dieta con suplementos de proteína, «solo bajo la prescripción del nutricionista. Lo más importante es establecer el requerimiento de cada persona de manera que el riñón no se dañe y a la vez, se forme músculo. Lo más importante no es fijarse en la indicación del empaque sino en la del dietista».
Máximo dos gramos de proteína por kilogramo de peso al día es la medida que sugiere Zapata Muriel para consumir los suplementos de proteína. «La FAO -Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura- recomienda en guías antiguas que se consuma de 1 a 1,2 gramos de proteína por kilo de peso, pero en deporte los requerimientos pueden aumentar de 1,5 a 2 gramos, dependiendo del deporte».
Energizantes sin energías
Hechas a base de cafeína y otro tipo de sustancias, estas bebidas son estimulantes cerebrales que engañan al cerebro y activan la producción de neurotransmisores.
Hay que indicar que el consumo moderado de cafeína no es cosa nociva, dado que por sí sola estimula el pensamiento, la memoria, el ánimo, actúa sobre el apetito sexual estimula la libido y disminuye la posibilidad de impotencia masculina. El problema aparece cuando hay excesos y precisamente, en las bebidas energizantes, la cantidad de cafeína es más concentrada que en otros líquidos.
«El consumo alto de cafeína puede producir insomnio, ansiedad, nerviosismo, estados de taquicardia, arritmia, dependencia y afectar el estómago», advierte el neurólogo Luis Alfredo Villa.
Enredan la función cerebral
Los energizantes pueden generar placer, insomnio y la sensación subjetiva de estar sobrio, así como la reducción en la coordinación motora y la reacción a los estímulos.
Según Jorge Enrique Velásquez Vélez, cardiólogo electrofisiólogo, estudios en pacientes jóvenes revelan que las bebidas energizantes inhiben la presión cardiaca y modifican la irrigación sanguínea cerebral. «De manera ocasional, una sola lata puede aumentar en una persona la presión de manera transitoria. Una sola lata logra aumentar la presión sistólica, diastólica y la frecuencia cardiaca».
Al respecto, el toxicólogo Hugo Gallego, asegura que este tipo de bebidas han invadido el mercado con nombres que exaltan la energía, el vigor y la fuerza y son consumidas por personas buscando un efecto que les permita conciliar las responsabilidades cotidianas de estudiar, trabajar y las exigencias de su vida personal con la diversión. «La posibilidad de venta libre y el consumo en diferentes contextos, se sostiene gracias a la promesa de variados efectos positivos. Es así como su mayor consumo es en situaciones de diversión y lo que se busca al ingerirlas es lograr la resistencia para disfrutar toda la noche y además, mejorar el sabor de las bebidas alcohólicas, sin experimentar los efectos depresores de estas: sueño, cansancio, embriaguez».
Y es que aquí surge un nuevo inconveniente por el abuso de estos líquidos, su mezcla con bebidas alcohólicas o alucinógenos, un coctel mortal que genera una falsa sensación de seguridad y capacidad.
«La mezcla de bebidas energizantes y alcohol ha sido reconocida como un problema de salud pública, en noviembre de 2010 la FDA – Agencia de Alimentos y Medicamentos de E.U.- declaró la cafeína como insegura y adictiva, y prohibió la venta de bebidas alcohólicas premezcladas con bebidas energizantes», advierte el toxicólogo.
Un error más que cometen muchos de los seguidores de este tipo de bebidas es consumirlas como hidratantes después del ejercicio y peor aún, en las noches cuando antes que relajarse lo único que logran es activar el cuerpo y tener problemas para conciliar el sueño.
Así las cosas, consumir este tipo de sustancias bien sea para mejorar la apariencia corporal o simplemente para tener más energías no son productos necesarios para el cuerpo, una buena alimentación y apropiado descanso son las mejores y proteínas y energizantes de un cuerpo saludable.
CLAVES: EFECTOS CON LA ALIMENTACIÓN
1. La proteínas se encuentra en carnes rojas, blancas, atún, huevos, lácteos y algunos vegetales, lentejas y fríjoles.
2. El consumo de proteína es ideal luego del ejercicio para recuperar las fibras musculares.
3. Para tener suficiente energía el buen dormir, la actividad física y las dosis bajas de café son útiles.
EN DEFINITIVA
Antes de agregar a su dieta suplementos de proteínas para buscar músculo, consulte con un especialista. La cultura de lo delgado, «cuajo» y saludable puede ir en contravía de la salud.
Fuente: http://bit.ly/1m2aYmp