La Copa del Mundo Brasil 2014 hace latir más rápido los corazones de los fanáticos y a los colombianos se nos hincha, por la sencilla razón de haber nacido en esta parte del mundo y tener allá, en Brasil, un equipo que nos represente.
Se habla de fiebre mundialista, de partidos de ataque y así, literalmente, en un ataque puede terminar la emoción de las jugadas, el éxtasis de la celebración o la tristeza por los tiros fallidos.
Una investigación realizada por la Universidad de Loughborough en el Reino Unido, donde se monitoreaba el ritmo cardíaco de los seguidores de la selección inglesa mientras veían el encuentro de su equipo, reveló que entre los hinchas analizados las pulsaciones alcanzaron las 100 por minuto, comparadas con las 70 que se consideran como normales.
Además, señalaron que los niveles de hormonas de estrés hallados en muestras de saliva eran más elevados.
Esto significa, entonces, y según los especialistas, que aunque son pocas las probabilidades de tener un infarto al corazón, son posibles en época mundialista sobre todo si se tienen antecedentes cardiovasculares y factores de riesgo no controlados.
«Es probable que durante la emoción, viendo el Mundial, se produzcan alteraciones en el movimiento del corazón, semejantes a las que ocurren con el estrés físico, y desencadenen en infarto. Usualmente puede ocurrir en personas con enfermedad coronaria, pero también en quienes no la tengan, eso es lo que se ha llamado cardiopatía por estrés. No es usual que ocurra pero estos casos pueden pasar, hay suficiente evidencia científica que lo puede demostrar», señala el cardiólogo Luis Eduardo Medina.
Si a eso se suma que en estas fechas el consumo de cigarrillo y alcohol se eleva, ahí existe un factor de riesgo adicional, pues el alcohol por sí mismo produce deshidratación y en estas condiciones la persona «está más expuesta a que una arteria se obstruya. La recomendación mundial es consumir solo 60 centímetros de alcohol, eso equivale a dos copas de aguardiente», explica Carlos Alberto Eusse Gómez, cardiólogo intervencionista de la Clínica Cardiovidascular.
Fuente: www.elcolombiano.com