“No solo somos familia y trabajo. También somos personas individuales, somos parejas, somos amigas, somos diversión, somos equipo, somos soledad, somos reflexión, somos lectura… Conciliar es integrar todas las partes que somos en nuestra vida”.
Yolanda Fortes
Muchas mujeres suelen trabajar jornadas completas, mientras deben estar siempre atentas a las necesidades de sus hijos. El mundo laboral fue diseñado según los intereses de los hombres. Hoy en día en Colombia la situación no ha cambiado mucho, el trabajo y la atención simultánea a nuestros hijos es casi imposible de realizar.
Cuando nació mi primera hija Elena, tuve muchas dudas acerca de cómo sería mi vida con ella en el momento en que la licencia de maternidad se acabara. En esa época vivía en Alemania y la licencia duraba un año. Me sentía tranquila porque pensaba: “si comienzo a trabajar después de un año, al menos compartiré todo ese tiempo con ella y ya encontraré la forma de ser madre y trabajar a la vez”.
Para mí era claro que quería estar presente en la vida de mi pequeña y que también quería trabajar, por lo menos medio tiempo. Por esa época decidimos venirnos a vivir a Colombia y trabajar en nuestra empresa familiar, así que el panorama se veía con mucha luz, pues podría hacer las dos cosas al mismo tiempo. Lo que, sin embargo, me cuestionaba mucho era cómo sería estar con una niña de un año en una oficina. Investigué y leí bastante sobre el tema, tomé concejos de madres que hacen lo mismo y comprendí que las mujeres siempre hemos trabajado, ser ama de casa también es un trabajo y los hijos están presentes. Así que comencé y fue pasando el tiempo,… Ahora Elena tiene 3 años, Oliver nació hace 6 meses y dirijo administrativamente nuestra empresa familiar desde hace 2 años. Hoy en día paso todo el tiempo con mi bebé, voy con él a la oficina medio tiempo, mientras Elena está en el jardín. En las tardes estoy con los dos, y si me necesitan de la oficina estoy disponible. En ocasiones trabajo en las noches o los fines de semana.
Mi interés con este texto es acompañar y dar algo de luz a las mujeres que quieran seguir un camino similar y mostrarle a las empresas que sí se puede, siempre y cuando el trabajo lo permita. No todos los tipos de trabajo permiten que un bebé esté presente, pero en muchos casos sí se puede y la forma de llegar allí es a través del esfuerzo, la paciencia y la educación, además de la disponibilidad a la transformación y al cambio. Vale la pena aclarar que este es un camino, el cual mi esposo y yo elegimos, mas no es el que todos deben y quieran elegir. Cualquiera que se tome, es respetable.
Quiero contarles aquí cuales han sido los factores más importantes para lograr la conciliación laboral y familiar en mi caso:
Creo que las mujeres que eligen este camino y que además encuentran el apoyo en sus empleadores, son mujeres con un gran compromiso, lealtad y efectividad en su día a día. Estas mujeres no tienen que escoger entre su trabajo y el quedarse en casa con sus hijos y, en esa medida, no cargan con ese sentimiento de culpa por haber dejado lo uno o lo otro. Lo ideal, para algunas mujeres, con las condiciones adecuadas, sería el combinar las dos actividades. Soy consciente de que no es fácil… Pero, finalmente, ¿qué es fácil en la vida? La maternidad es un camino maravilloso y transformador y que vale la pena vivir con todo lo que nos regala y trae a nuestras vidas.
Quiero cerrar invitándolos a leer un artículo de Yolanda Fortes, sobre qué es conciliar y qué no es: CLICK AQUÍ